Lecciones políticas de Paw Patrol (I)

Ryder es un preadolescente con grandes habilidades para el manejo de tecnología. Bajo su supervisión se encuentran los Paw Patrol. 6 inteligentes cachorros que llevan por nombre Chase, Marshall, Rocky, Rubble, Sky y Zuma cuyos trabajos son seguridad pública, protección civil, reciclaje, construcción, rescate aéreo y misiones acuáticas, respectivamente.

Ryder y los Paw Patrol resuelven los problemas de Bahía Aventura y están siempre dispuestos a solucionar desde el más pequeño problema, como una llanta ponchada, hasta incendios de gran magnitud. Por eso su frase “no job is too big, no pup is too small”.

En términos políticos, Ryder es un Presidente o un Gobernador y los Paw Patrol su gabinete. Son ejemplo de que el trabajo coordinado y la atención oportuna de los asuntos de la comunidad son herramientas básicas para mantener buenos niveles de aceptación y corresponder a la confianza ciudadana. En Bahía Aventura no hay espacios para las grillas internas ni para intentar sobresalir por encima del jefe, mucho menos para proyectos políticos personales. Para utilizar correctamente el lenguaje político, entienden bien los tiempos y su lugar.

A diferencia de Ryder y los Paw Patrol, es común que en los gobiernos de cualquier orden impere un liderazgo a medias del Jefe pues sus subalternos en busca de ganarse su confianza o de impulsar sus propias carreras, ponen piedras en el camino a los demás a través del bloqueo del trabajo o del uso de los medios de comunicación para golpear al rival interno.

Los Paw Patrol saben que no pueden entrometerse en la chamba de sus compañeros. Chase no busca apagar incendios, porque eso es trabajo de Marshall. Sky no pretende manejar las motoconformadoras o las retroexcavadoras, eso es tarea de Rubble. Rocky no maneja las lanchas porque el experto es Zuma. Pero en los gabinetes de la administración pública sucede lo contrario, los espacios de actuación son frecuentemente invadidos para hacer quedar mal a alguien y, lo peor, es que la ciudadanía paga los platos rotos.

Aunque Paw Patrol es una caricatura no estaría mal que en los cursos de capacitación de diversas entidades y dependencias, se enseñe un poco de civilidad y respeto político con el ejemplo que ponen unos simples cachorros.

Que cada servidor público haga extraordinariamente bien lo que le corresponde y se dejen a un lado actitudes mezquinas, simplemente porque al final repercuten en el buen ejercicio del gobierno.

A OJO DE BUEN CUBERO

La vida lleva por caminos desconocidos, los cuales posiblemente no se transitarían de saber sus consecuencias o si con antelación se hubiese tenido una bola de cristal para verlos o prevenirlos. El tiempo para decidir es corto y el de arrepentimiento es largo. Algo así tiene que ver con la película “Manchester by the Sea”. Excelentes actuaciones y una locación inmejorable en la costa este de los Estados Unidos.

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