Cacería Fallida

He escuchado a amigos cazadores decir que se debe disparar, sin tomar en cuenta el momento, cuando se tenga al animal en la mira. No importa si va empezando la jornada. Si apenas se destapó la primera cerveza. O si se está a mitad de brecha. Cuando la presa está a la distancia y visibilidad adecuada no hay que dudar mucho menos dejarlo para después, pues se corre el riesgo de que huya y por el resto de la cacería no se vuelva a presentar la oportunidad.

En política es aplicable a plenitud esta explicación del mundo outdoor. En campañas electorales o en tiempos de definiciones los depredadores acechan a las presas. Las miras telescópicas se afinan y la respiración se contiene para ser precisos a la hora del disparo. Un movimiento en falso o un titubeo pueden hacer que al mejor cazador se le vaya la liebre.

Así ha sucedido a lo largo del sexenio federal. En ocasiones el rifle del Presidente de la República ha estado fino, siendo certero en el tiro y dando trabajo a los taxidermistas políticos. Un ejemplo es el caso del ex Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, cambiado de esa función después de los sucesos de Ayotzinapa, a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Territorial (SEDATU) para luego salir del gabinete con más pena que gloria.

Sin embargo, en el pasado reciente las escopetas han estado en la pasividad. En plena época de actividad cinegética, los dedos han estado lejos del gatillo aunque las presas se paseen y permanezcan en la mira del tirador más experimentado.

El festín de la comentocracia se ha quedado con hambre pues no les han entregado las piezas de sus banquetes. Alfredo Castillo, por ejemplo, con todo y la baja entrega de medallas del representativo mexicano en Río 2016 era el siguiente bocado en la cadena alimenticia de la administración federal. El tiro nunca llegó y la dinámica ajetreada de la cosa pública ha alejado la visibilidad sobre este controvertido personaje.

De cara a las temporadas del 2017 y del 2018, la activación del tirador se exige por parte de propios y extraños. No hacer los disparos a tiempo, convierten al depredador en presa fácil ante una sociedad gustosa de acudir a las exposiciones de piezas disecadas.

A OJO DE BUEN CUBERO

Recomiendo artículo del escritor mexicano Francisco Martín Moreno “¿Ser o tener?” publicada en El País: http://bit.ly/2c3M9DX

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Las lecciones de Rodrigo Medina

Las últimas dos semanas fueron intensas para el ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz. Un juez penal lo citó para que compareciera a una audiencia y gracias a la suspensión concedida en un juicio de amparo fue posible que no asistiera. Pocos días después un Tribunal Colegiado revocó esa suspensión en un recurso de queja.

Más tarde, El Norte publicó una video-columna de un prestigiado abogado de Monterrey, en donde explicó con mucha claridad el porqué el Juez de Distrito actuó bien al otorgarle la suspensión a Medina. Se trató simplemente de una aplicación exacta de la ley y los precedentes que todos los órganos jurisdiccionales del país deben respetar.

Aunque el argumento de la aplicación de la jurisprudenica es sólido y deja poco lugar al debate en el ámbito jurídico, en el plano mediático y político las dudas nacen por naturaleza. Que si el juez se vendió, que si le tembló la mano y otro buen número de críticas a su actuar nacen en un ambiente distinto al de la aplicación de la ley.

Es evidente la existencia de una duda fundada sobre la corrupción que imperó durante la administración de Medina. Cualquier persona que se atreviera a decir lo contrario, sería crucificada en plena Macroplaza sin juicio previo. Sin embargo, la conducción de los procedimientos legales debe estar, precisamente, ajustada a derecho.

En casos tan emblemáticos para el escenario político actual, como lo es el de Rodrigo Medina, la autoridad encargada de formar las investigaciones debe ser extremadamente pulcra. Hacerlas sin descuidos ni errores es fundamental para fortalecer el sistema de justicia. Una falla o la falta de pruebas debieran ser reconocidos para evitar el apedreo a los jueces que solo puedan tomar en cuenta lo que obra en el expediente. Incluso, el reconocimiento a la existencia de mecanismos como el amparo y la suspensión del acto reclamado, es necesario para no desvirtuar lo que se busca con la pesquisa.

La percepción de la actuación corrupta de dicho personaje si no es confirmada por una instancia legal, se queda solo en una sanción moral. La consecuencia jurídica tiene que esperar y obtenerse por la vía adecuada.

A OJO DE BUEN CUBERO

Escupir para arriba es una frase muy mexicana que se aplica con frecuencia en el lenguaje político. Para quienes no lo saben, este “apotegma” se usa cuando una persona critica un hecho del cual ha sido actor, directo o indirecto. Por ejemplo, cuando se abandera el combate a la corrupción o a la ineficiencia pero durante mucho tiempo el personaje en cuestión ha sido parte de ella. Digamos que esa frase es prima hermana de “ves la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga del propio”. Así muchos en el quehacer político actual.

Alianza PAN-AMLO, no la tiene ni Obama

La semana política abrió con el reclamo generalizado sobre el primer “gasolinazo” de la segunda mitad del año. Los screenshots de los tuits de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, donde señalan que con la reforma energética no habrá más aumentos en las gasolinas y la crítica a un incremento en el precio en tiempos del gobierno federal panista, respectivamente, circularon a la velocidad de la luz en redes sociales.

Asimismo, Andrés Manuel López Obrador aprovechó la coyuntura para divulgar un video donde aparece frente a una bomba de gasolina, explicando el supuesto “negociazo” que el gobierno federal actual ha realizado en base al bajo precio del petróleo internacional y el alto precio de la gasolina que se paga en México. Un negocio que dijo “no lo hace ni el Chapo”. Por su parte, el Partido Acción Nacional (PAN) por conducto de su senador estrella, Roberto Gil Zuarth, y otros actores, han puesto el dedo en la yaga del PRI pues argumentan que este aumento servirá para seguir financiando el gasto corriente de la administración.

Si bien el reclamo de la afectación a las finanzas de la ciudadanía y el empresariado es muy válido, pues a nadie le gusta pagar más por algo que sabemos que en otros lados está más barato, la oportunidad política que subyace para la oposición ante este hecho es visible hasta en la obscuridad.

Ambos opositores al partido en el poder fijan la mira de su escopeta en el objetivo por todos conocidos: el 2018.

AMLO critica la medida financiera sobre la gasolina para lanzar un “ya falta menos para que se vayan”, una frase que rindió frutos en el pasado proceso del 5 de junio. El PAN dice que con ellos nunca pasó eso o, al menos, no prometieron que no pasaría.

La guerra por el 2018 ha tenido batallas previas en donde la oposición al PRI ha obtenido triunfos importantes. El 2017 será la última y AMLO y el PAN alistan los rifles de la corrupción, los cañones de la inseguridad y las balas de la alternancia.

La izquierda y el PAN parecen tener ventaja y el “gasolinazo” del 1 de agosto les dio el parque necesario para estar preparados para los enfrentamientos que están por venir. Hoy, PAN y AMLO pelean juntos.

A OJO DE BUEN CUBERO

Recomiendo la película “Made in France”. Detalla la forma en que se forman las células antiterroristas pero con una clara tendencia a estigmatizar, más, a los musulmanes. Vale la pena verla con los ojos abiertos.

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